Química avanzada para el fin del mundo.

martes, 24 de enero de 2012


Una sombra se alarga y me congela los dedos.
Avanzas como una tormenta eléctrica hacia mí para salvarme. 
Nubes de hierro y uranio, un monstruo saliva en la oscuridad. 
Me rodeas con tus brazos de neón y me besas, catalizando esta reacción
que acabará engullendo mariposas, rascacielos y montañas.
La ciudad arde a lo lejos entre rayos y explosiones;
mis manos desgarran la pared y tu espalda.
Vamos a sentir el fin del mundo, explotando y ardiendo como lo hacen el resto de las cosas. Y volveremos. Una y otra vez.

Cosas que pasan. Capítulo 1. No lo quiero

sábado, 14 de enero de 2012









Espero que os guste. :)

El amanecer (versión pseudo animada)

jueves, 12 de enero de 2012

He hecho una prueba con el Animator por entretenerme un rato esta tarde. Sin pensarlo, he empezado a hacer un banco, luego dos personas y luego un amanecer. Debe ser que tenía ganas de ver uno, y como escribí algo sobre un amanecer hace tiempo, he decidido recordarlo.






¿Sin más?, le preguntó él la primera vez. Sí, sólo eso, contestó ella, tanto o más asombrada que él. ELLA era de estas personas que le molesta terriblemente que no se entiendan las cosas más básicas del mundo. Lo que ella decía no era un disparate; cosas peores se habrán visto, se decía a menudo.
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Nuevas ilustraciones

martes, 10 de enero de 2012














Me he vuelto súper retro y he decidido mandar mi CV via postal, es decir, por correo ordinario de toda la vida. Por correo de carta, quiero decir. A ver... la carta es eso que se escribe en un folio y se manda a alguien. Joder, lo que había antes de los correos. Bueno, os dejo un link a la definición de Wikipedia y lo buscáis.

http://es.wikipedia.org/wiki/Carta

Lo de las ilustraciones es por si a los destinatarios de las cartas les da por entrar, que vean esto algo actualizado. HOLA MUNDO!! Qué coño!

La señora de los kilos de más

jueves, 5 de enero de 2012


Si hay algo que me alegra de que pase el verano es que puedo cubrir mi cuerpo como Bjork manda: desde los pies hasta la cabeza, con calcetines de lana horribles, mallas ajustadas, pantalones de pijama, jerseys, tops de lentejuelas, batamantas… Da igual lo que lleve porque, encima de todas esas cosas, va el abrigo. Todos estamos más guapos en invierno, sin excepción.
El verano es el único momento del año que realmente me planteo que me sobran unos kilos; el resto del año es una idea que planea sobre mi cabeza pero que, honestamente, me la suda. Pero entones llega el 1 de enero y ahí está de nuevo, llamando a las puertas de mi conciencia con insistencia, como una señora mayor, la misma idea de los kilos de más.
Hoy he abierto la puerta a la señora y nos hemos sentado a tomar un carajillo. Me ha dicho que es el momento ideal para empezar, que a principios de año es mucho mejor y mentalmente estamos más preparados, que hay ofertas de los gimnasios... pero en un giro dramático de la conversación, le he convencido de que esto del fin/principio de año es un invento terrible de los egipcios, que quién somos nosotros para medir una cosa tan extraña y etérea. Hemos acabado hablando del continuo espacio-tiempo y del concepto físico del tiempo. Para mi percepción, el tiempo pudo alterarse en 2001, después de asistir a un concierto de Sonia y Selena en la plaza de Chueca y sufrir un terrible golpe de una prótesis mamaria voladora, y para la señora, el tiempo se aceleró en algún momento en la cola del Pryca y ahora estamos en 2046. ¿Quién sabe? La he convencido totalmente y se ha ido con un portazo muy disgustada. Me acaba de poner un whassap: “El ser humano es egoísta, ahora lo veo. Nos vemos este verano”.