El Ciervo y el Cazador

sábado, 1 de diciembre de 2012




Dos hombres desnudos.
La acción en un bosque.
Época actual.

CIERVO.- ¡¿Porqué lo has hecho, Cazador! 
¿Por qué a mí?¿por qué?

CAZADOR.-  ¡Yo no soy el cazador!

CIERVO.- ¡Sí que lo eres! Mírate, eres un cazador de manual, un cliché andante, parlante y disparador.

CAZADOR.-  Entonces,yo soy Cazador porque tú has 
querido hacer de Ciervo, 
con tu cornamenta y tus manchas.

CIERVO.-  Yo me convertí en Ciervo 
en el mismo momento en el que me disparaste. 
Llevas un rifle en la mano, por si no te has dado cuenta.

CAZADOR.-  Esto es ridículo… Yo no he disparado a nadie 
y esto no es un rifle, es una sombra.

(En ese momento, el Ciervo dirige su mirada 
a las manos del Cazador y, efectivamente, no hay ningún rifle entre las manos de este, nada más que una sombra que 
sostiene con cariño, como un gato)

CIERVO.-  Es cierto, no llevas nada en tus manos. 
Pero si no eres el Cazador, ¿cómo me he hecho esta 
herida en el corazón?

CAZADOR.-  Intentaré ayudarte a averiguarlo, 
pero mientras toma esta tirita. 
(Y saca una tirita de la sombra ante la 
mirada atónita del Ciervo)

(Continúa)  Sí… es una sombra mágica.

CIERVO.- ¿Cómo el bolsillo mágico de Doraemon?

CAZADOR.-  Algo así.

(Y se van)


[Relacionado con tiritas en este blog, esta entrada]
           


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