1.
Resulta que aparecen unos papeles en dos medios
de comunicación (de los pequeñitos) que revelan una turbia situación del
partido gobernante: Varios dirigentes del partido han recibido un dinerillo
extra durante años. Y todo esto aparece gracias a que un buen señor, temeroso
de Dios y de los ordenadores, llevaba esa contabilidad B al día en papeles.
2.
Escándalo generalizado pero la gente de ese
partido no dice nada. Nada del tema en cuestión, porque a Ana Mato se le le ha oído llamar a Mayte Zaldívar diciéndo tía, tía, tía qué fuerte.
3.
Los votantes de ese partido se escandalizan.
Concejales de ese partido se escandalizan. Están preocupados y con razón,
porque está en juego su credibilidad. Los no votantes de ese partido también se
escandalizan pero, en general, son más de cagarse en la puta.
4.
Aparece una mujer que es igual al Grinch, de
dicho partido, y que dirige una comunidad autónoma manchega, diciendo que ellos de eso no
saben nada. Y sonríe.
5.
Silencio.
6.
Aparece Mariano Rajoy (registrador de la
propiedad y honrado, podría ser su biografía tróspida) negando la mayor, que
está muy bien, pero no es suficiente. Dice que no ha recibido ningún sobre con
dinero y lo demostrará haciendo pública su declaración de la renta en la página
web de la Moncloa, que es, para que nos entendamos, como si Hannibal Lecter
intenta demostrar que no ha matado a nadie enseñándonos sus notas de preescolar,
que eran todo PA+.
Además, no aparece para dar la
cara, sino para soltar un discursito de mierda a los de su partido. No deja que
la prensa le haga preguntas.
0 comentarios:
Publicar un comentario